Alumna USM capacita a dueñas de casa con proyecto de ahorro energético
Karin Cannobbio, estudiante de Ingeniería Mecánica Industrial de la Universidad Técnica Federico Santa María, trabajó en 25 viviendas del sector de Gómez Carreño en Viña del Mar, logrando reducir considerablemente las cuentas de luz, gas y agua.
Su mamá fue la primera en poner a prueba el proyecto que más tarde Karin Cannobbio, alumna de la carrera de Ingeniería Mecánica Industrial de la Universidad Técnica Federico Santa María, implementaría en 25 hogares del sector de Gómez Carreño en Viña del Mar, el cual permitió a las dueñas de casa disminuir hasta en un 20% los costos en gas, 13,4% en luz y 14,9% agua. Y aunque inicialmente su memoria -denominada “Capacitación de guía de ahorro energético en sector residencial”- contemplaba la realización de talleres a la directiva de las juntas de vecinos para que éstos difundieran a sus pares las prácticas necesarias para garantizar un mayor ahorro energético en sus casas, lo cierto es que en el camino comprobó que lo mejor era trabajar puerta a puerta (seleccionó viviendas cuyo nivel de ingreso fluctuara entre el sueldo mínimo y los 500 mil pesos). Así, su proyecto consistió en ir revisando caso por caso las pérdidas de agua o gas, e ir solucionando punto por punto. “Las dueñas de casa me decían que tenían un gasto promedio de agua de 20 mil pesos para cuatro personas, que era normal, pero en luz gastaba 40 mil, con puras luminarias convencionales. Ahí yo les aconsejaba cambiarlas por aquellas de ahorro energético”, cuenta la joven. Para eso, Cannobbio les hizo un seguimiento de tres a cuatro meses, visitando cada hogar semana por medio. De esta manera, las dueñas de casa y/o jefes de hogar se encargaban de adoptar las propuestas de la estudiante, “pues cuando les demuestras con cifras que están perdiendo dinero pudiendo hacer algo para remediarlo la gente se empieza a preocupar, hacen lo que les dices e incluso inventan cosas, como uno de los vecinos que creó un sistema de regadío por goteo que reemplazó la media hora que tenía antes abierta la llave para regar su patio con la manguera”, cuenta. A lo largo de sus visitas a Gómez Carreño, la alumna pudo corroborar que los problemas más habituales en las viviendas eran las luminarias (no energéticas) y los estanques de baño excesivamente grandes, “estos últimos entre 15 y 18 litros, siendo que los económicos de ahora traen entre 6 y 10. A eso se suman las goteras y duchas de 15 a 20 minutos, donde el agua era regulada desde la llave fría y no bajando el calefón, que garantiza ahorro de gas”, dice. A eso agrega: “Hubo una muy buena reacción de parte de los beneficiados, especialmente porque hartas cuentas de agua bajaron entre 2 mil y 3 mil pesos”. Actualmente Karin Cannobbio está presentando su memoria en el Programa País de Eficiencia Energética (PPEE) y trabajará junto al profesor Jaime Espinoza en las licitaciones de los proyectos para eficiencia energética.
